En una página de mi Moleskine anoté este párrafo extraído del libro de Yann Martel, “La vida de Pi”:
“La fe en Dios consiste en abrigarse, en dejarse ir, en una confianza profunda, un acto libre de amor. Pero a veces me resulta difícil amar. A veces el alma se me caída en picada de la rabia, la desolación y el agotamiento. Temía que se me hundiera al fondo del Pacífico y que jamás alcanzaría a recuperarla.”
No sé si surge el mismo efecto en ustedes, pero creo que Pi estaba abandonado a su suerte y temía perder la esperanza.